viernes, 25 de febrero de 2011

Religión vs Ciencia (2º Parte)


¿CONCILIABLES O IRRECONCILIABLES?

La idea de una ley inamovible revelada por Dios es incompatible con el pensamiento racional que utiliza a la ciencia para ir conociendo las respuestas a tantas incógnitas y preguntas que tiene la humanidad e ir acercándose a la verdad. Las “revelaciones” de la Iglesia están  en contra de la razón e incluso en contra del sentido común (¡Que es el menos común de todos los sentidos!). Sólo es posible creer en aquello que se puede demostrar.
Las creencias deben fundarse en la razón. Los que creen sin reflexionar todo lo que se le dice son presa fácil de los charlatanes y timadores.

La Iglesia se empeña en desacreditar a la ciencia, porque le aterra ver que está dejando fuera de juego  todos sus misterios y sus revelaciones.

jueves, 24 de febrero de 2011

Religión vs Ciencia (1º Parte)


¿Ha sido y es la religión un auténtico obstáculo para la ciencia?

Muchas personas y civilizaciones han sentido y  vivido el conflicto entre la ciencia y la religión y lo peor es que seguimos con él. No sabemos desde hace cuanto la humanidad tiene este dilema. La evidencia fue destruida.
La Iglesia siempre ha tenido pánico a la ciencia que, paso a paso, va echándole por tierra todos sus misterios donde basa su doctrina la cuál para ponerla en consonancia con la ciencia, la Iglesia ha tenido que dar su brazo a torcer y decir que la palabra dada ya no es tan inamovible como decía sino que hay que interpretarla (biblia) .
Su eterno enemigo la ciencia, única que puede poner en claro la gran mentira que es la religión, que subsiste  por ser  la primera multinacional existente. Una gran estafa económica  que prospera y se impone a base de meter miedo y de aprovecharse de las penas ajenas (Indulgencias).
Según esto no cabe duda que su enfrentamiento total con la ciencia le puede echar por tierra todo su negocio.
El primer avance de la religión fue quemar parte de la biblioteca de Alejandría donde se recogía todo el saber de siglos y donde las investigaciones estaban a la orden del día.(¡Con la Iglesia hemos topado!)
En el renacimiento  comenzaba a resurgir de nuevo la ciencia y la religión puso como su brazo armado a la maldita Inquisición y tachaba de herejía a todo conocimiento y pensamiento libre y la emprendía y quemaba en la hoguera a aquellos que decían que la religión era sólo para  las masas incapaces de regirse por la razón, para los incultos Giordano Bruno-y  Miguel Server.
Que persiguiera, haciéndole la vida imposible a Copérnico y Galileo, padre de la ciencia moderna, que asentó el procedimiento científico y propició, para bien o para mal, el divorcio iglesia-ciencia, al cual tras terrible juicio, le hizo abdicar de sus teorías.
Más tarde, Darwin con su teoría evolucionista que ya todos conocéis
También,  Carlos Marx diría: “la religión es el opio del pueblo”. La religión entontece y distrae al pueblo para que se conforme con estar reprimido y no se rebele contra las injusticias, pues después tendrá premio en la otra vida-claro está inexistente-.
Muchas teorías de estos científicos habían tenido ya precursores hace más de 2 500 años y no les había pasado nada ¡claro no existía aún la Iglesia Católica!
Y, en la actualidad, su caballo de batalla es la genética.
En todas las épocas la  Iglesia la emprendió contra algo tan natural como la sexualidad.
Ambas actividades sexualidad y Genética encierra la clave del origen humano, cuando la Iglesia proclamaba que nos hace Dios a imagen y semejanza suya-unos de los principales bases de su doctrina.
¿Cuánto ha perjudicado la religión cristiana el avance de la ciencia?
¿Será la ciencia el principio del fin de las religiones?

Enviados del diablo

Quizás pienses que voy contarte una historia inventada o plagiada de malévolos diablos o ángeles caídos, si crees eso, puedes ir dejando de leer este relato y ponerte a hacer algo más provechoso, porque efectivamente no trata de eso.
Hace muchos años, existían multitudes de supersticiones, leyendas y mitos acerca de las personas rutilistas o eritristas, que poseían una condición especial: tener el color del pelo rojo. Los pelirrojos durante diferentes épocas se temieron y veneraron, odiaron y adoraron, deterioraron y exaltaron , con todo los que les supuso.
Varias civilizaciones imbuidas por las religiones, (¡vaya por Dios, haciendo el mal!) pusieron en práctica sus leyendas, por fortuna o por desgracia, más bien de lo segundo. En aquellos entonces, se practicaba la caza de brujas, las cuales evidentemente estaban señaladas por su color de pelo al que le acompañaban un conjunto de cualidades innatas de los pelirrojos, la persecución a través de la Inquisición a los herejes, a las macabras mutilaciones por varias etnias africanas y sudamericanas, etc. Todas estas atrocidades me sirven para evidenciar las grandes cargas que han sufrido aquellos que eran poseedores del Don del rutilismo.
  Pretendo indagar, informarme y conocer  sobretodo curiosidades de aquellos que sufrieron por majaderías. Evidentemente es un tema que me atañe (¡que no tiñe!),  y me despierta cierta curiosidad e intriga por conocer hasta donde el ser humano debido a su ingenuidad e ignorancia (¡muy hermanada a la osadía!) en pos de estas cualidades intercedió de manera pérfida en las vidas de sus semejantes.
Una de las leyendas más impactante y divertida ha sido descubrir que los pelirrojos proceden de los diablos, apodándonos “Enviados del diablo”. Se atribuía este término por los prejuicios y sospechas que recibían de los lugareños al que había que añadirles las creencias de que eran heraldos forjados en la fragua infernal y con personalidades malévolos debido a que el color del pelo lo asemejaban al fuego, fuego fatuo,  perteneciente de las entrañas del Infierno.  Cuentan que corrompían las almas más impolutas con fuertes sortilegios de encantamientos,  incitando a saciar los fuertes deseos de pecar a través de la lujuria desmesurada y el mal. Muchos “Enviados del diablo” fueron quemados en las hogueras, ya que relata la leyenda que la única manera de matarlos eran en su propio fuego. 
Imagino que dicho miedo sería ideado y promulgado por el analfabetismo reinante y los manipuladores de mentes. (¡Iros al infierno!)